AUTUMN LEAVES

QUEREMOS JUECES HONESTOS, AUNQUE NO SEAN INTELECTUALES

Hace unos minutos conversaba con una querida amiga abogada, quien me llamaba la atención sobre la cantidad de personas talentosas y bien preparadas que se encuentran aspirando a ocupar una posición en una cualquiera de las “altas cortes” (Tribunal Superior Electoral, Tribunal Constitucional y Suprema Corte de Justicia) de la República Dominicana. Mi amiga me indicó que uno de los aspirantes, entre los que se examinaron ayer, la deslumbró de manera especial, tanto por su alto conocimiento de las leyes nacionales y como por su dominio de la jurisprudencia francesa.

Me dijo mi amiga que muchos de los entrevistados se encuentran precedidos de méritos profesionales que nos faltaría tiempo para enumerar, tanto en la carrera judicial, como en las prácticas jurídicas privadas donde han dedicado sus vidas a estudiar hasta llegar a acumular los conocimientos que hoy ostentan ante toda la nación, que espera tener la mejor representación posible en los referidos tribunales.

Sin embargo, no obstante todo lo referido, hago un simple ejercicio de memoria y saco cuentas de todos los notables profesionales que han ocupado posiciones en la administración pública y en la justicia del país, sin que ninguno de esos pro hombres o mujeres haya hecho nada en beneficio del afianzamiento de nuestras malogradas instituciones (que cada día empeoran), ni mucho menos en provecho de ese pueblo desdichado que continúa creyendo en las vanas promesas de estos ilustrados caballeros y damas.

Me atrevo a revisar los nombres y hojas de vida de todos los gobernantes que ha tenido la República Dominicana desde el 1844 hasta la fecha, así como la lista de los secretarios de estado (hoy ministros), la de los legisladores y miembros del poder judicial, sin el temor de que voy a morir de un infarto al encontrarme con si quiera uno en capacidad de pasar la prueba de Diógenes. Claro está, en este ejercicio debemos excluir a todos aquellos que por razón de no haber gobernado u ocupado la posición por tiempo suficiente, no lograron desvalijar los bolsillos del pueblo.

En el actual proceso de selección de magistrados de “altas cortes” no he hecho el esfuerzo de verificar las calificaciones, ni darle seguimiento a las entrevistas, porque en lo personal no espero nada bueno, de un organismo que no ofrece garantías. Para esto basta con recordar lo que recientemente sucedió en la selección de los miembros de la Cámara de Cuentas y los “magistrados” de la Junta Central Electoral, donde el PLD y el presidente Leonel Fernández seleccionaron a quienes a ellos mejor les acomodaron, con la complicidad de los mercaderes del PRD y el PRSC.

En la presente oportunidad sólo hay que ver que el Consejo Nacional de la Magistratura se encuentra conformado por el Presidente de la República y sus empleados en los “poderes” legislativo y judicial. Un Subero Isa evidentemente disminuido en sus poderes, más un empleado suyo; un presidente del senado del partido de gobierno, más uno del PRD; el procurador general de la república, que no toma decisión importante sin consultar con su jefe político y el presidente de la cámara de diputados, si, el mismo del “vote honorable, honorable vote, vote honorable, honorable vote, etc.” más un diputado del PRD.

En el panorama planteado, un servidor (en calidad de miembro de la siempre sufrida comunidad de borregos dominicanos) no deseo que los seleccionados sean unos intelectuales del derecho, con conocimientos ilimitados de las leyes y jurisprudencia francesas; sin embargo, lo que si me gustaría es que me sorprendan con unas altas cortes formadas por hombres y mujeres honorables, que ejerzan sus funciones con dignidad y que no permitan bajo ningún concepto que los intereses se interpongan entre sus respectivas íntimas convicciones y las leyes que representan para producir sus sentencias… Aunque esto sea soñar con un mundo demasiado perfecto para los indignos que nos gobiernan.

EL INVIERNO

El invierno llegó temprano y frio

al otro lado de la ventana se apila la nevada

formando nubes en las aceras.

En la cocina hierve el café de la mañana

y por las paredes de la estancia

se filtran voces de universos desconocidos.

En la bañera recito

los versos de un poema de Miguel Hernández

y junto al agua tibia

lágrimas saladas resbalan por los poros

las observo huyendo raudas

me diluyo en ellas

con la esperanza de rehacerme en la otra orilla

golpeando las arenas de una playa desconocida

agotado de tanto viaje

y sin embargo

feliz de tocar el sol.

MC FAYDEN LAKE (Ft. Bragg)

DETERIORO «Urge and urge and urge, always the procreant urge of the world.» Walt Whitman

TEXAS LAKE