Imágen tomada en Manzanillo, República Dominicana en el año 2002.
PESO DE LA MEMORIA (Ramón A. Lantigua)
31 enero, 2011EL TIEMPO QUE LLEVA LA LUZ (Vanguelis Kassos)
31 enero, 2011La memoria discurre
como la golondrina
en el cable eléctrico
aprieta con sus patas la corriente
el tiempo que lleva la luz
que mata
a quien lo toca
con el alma mojada.
JODIDO (Ramón A. Lantigua)
28 enero, 2011He despertado
literalmente jodido
los huesos no encuentran calma
enterrados para siempre en una piel
no hospitalaria
y el invierno se abraza a mis poros
con su fría sonrisa.
Busco en vano dar sentido
a estas horas
y en ese afán
llego
involuntariamente
al diccionario
jodido: participio del verbo joder
que en sus interpretaciones vulgares puede significar
”-practicar el coito-“
“-molestar, fastidiar-“
“-destrozar, arruinar, echar a perder-“
Ahora
todo el esfuerzo hecho para comprender
los sentimientos
me ha dejado una extraña comodidad
o quizá agotamiento satisfecho
donde me siento a gusto
destrozado, arruinado, echado a perder
molesto, fastidiado
y con mucho deseo de practicar el coito.
Ahora
que el día llega a su fin
renuncio formalmente y por escrito
a la opción de no estar jodido.
DUARTE CON PARIS (Ramón A. Lantigua)
27 enero, 2011DUARTE CON PARIS
Microcosmo
verdad que respira y transpira.
Una anciana
oferta té en las mañanas
junto a un café
que el miércoles
es más borra que sustancia
fritureras
venden huevo-“burguers” al sol
mientras un jovencito
demasiado joven tal ves
vende ambulante
huevos salcochados en una lata
de aceite Ideal
en horas de escuela.
El inmigrante español
-gallego de nacimiento-
negocia zapatos en la tienda de la esquina
y el haitiano –inmigrante también-
oferta los mismo zapatos
usados ya
al cobijo de un elevado
que sirve más de cielo de tormenta
que de esperanzas.
Verduras sin lavar
tendidas en las calles obscenamente grises
buhoneros
pregoneros
limpia vidrios
ladrones de vocación
y un concho que arriesga la vida
frente a las voladoras
por convicción.
Hoy hay rebajas!
víveres en oferta
en este mercado humano
donde estudiantes
pasan a diario
sin reparar
en que la mejor lección
disponible
avanza junto a ellos
en estas intersecciones
en este atajo
a las entrañas del país.
Ruido que no termina
ni a la caída del sol
prostitutas
proxenetas
visitantes italianos que se pierden
si los paseas de día
gringos con camaritas digitales
colgadas del cuello
que por mojigatos
se pierden de noche
evangelistas clamando por un Dios
–que llego tarde-
con altoparlantes portátiles
caravanas
bandereos
políticos
que no cierran la boca para escuchar.
Al próximo que pretenda dirigirme
le exigiré
prueba documental
de haber sido presidente en la Duarte con París.
FANTASMAS (Ramón A. Lantigua)
26 enero, 2011Si se fueran los fantasmas
dejarían la soledad
espacios vacios
y un triste trago de ron con soda.
Si huyeran los fantasmas
enmudecería para siempre
para no escuchar
el eco de esta voz entrecortada.
Si nunca volvieran los fantasmas
cerraría las puertas eternamente
y viajaría sin escalas
donde no fueren necesarias
la ropa
ni la verguenza.
HAITI Y LA LLEGADA DEL MESIAS (Ramón A. Lantigua)
25 enero, 2011“Dicen que la historia se repite, pero lo cierto es que
sus lecciones no se aprovechan.”
Camille Sée
No pretendo ser un experto en la situación político-social haitiana, sin embargo y a la luz del retorno a la isla del dictador Jean Claude Duvalier, (Baby Doc) recibido por el pueblo y autoridades como si se tratara de un mesías, hay dos acontecimientos que me llaman profundamente la atención y que (a mi juicio) sirven para visualizar el futuro que le espera a esa desdichada nación. Esos aspectos nada tienen que ver con el retorno del dictador a la isla, aspecto que es imputable a la mano de poderes externos, más que a las endebles fuerzas internas de la nación. Esos aspectos son la incapacidad de los tribunales para juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el dictador y el hecho sorprendente de que a esta fecha las autoridades haitianas no hayan podido confiscar todos los bienes propiedad de este elemento y que consecuentemente, éste conserve propiedades inmobiliarias en la isla.
Ciertamente causa asombro, incluso hasta a aquellos menos impresionables, ver como los tribunales haitianos se inventan un proceso por corrupción y apropiación de fondos públicos, dejando al imputado en libertad para mostrarse públicamente en el país. Esto es así, porque independientemente de lo grave que resulta el hecho de sustraer fondos públicos en un país que necesita hasta el último centavo que pueda producir, a fin de salir del estado de indefensión en que se encuentra, no menos cierto es que lo más grave que cometió el Sr. Duvalier fueron esos crímenes y desapariciones de seres humanos adversos, los cuales ya parecen haber sido olvidados hasta por sus más cercanos dolientes.
Pero si lo precedentemente expresado resulta desconcertante, lo más chocante lo constituye el hecho de verificar la noticia que recogieron los medios, en el sentido de que el Sr. Duvalier ofreció su más reciente rueda de prensa (burlándose del mundo entero) desde un inmueble de su propiedad, ubicado en “Montagne Noir.” En relación con este tema vale la pena preguntarse cómo es posible que este señor conserve al momento (o tenga la posibilidad de adquirir) propiedad en un país que él saqueó por quince años y del cual, al momento de irse, sacó todo lo que pudo, dinero con el cual ha podido mantenerse por los últimos 25 años residiendo en París, sin que la justicia haitiana actúe confiscando los bienes automáticamente.
Entiendo que el tercero observador de estas simples (pero significativas) situaciones que planteo, así como el ver a este anacrónico personaje pasearse en saco y corbata por las calles de un Haití descamisado, no tarda en percatarse de que Haití es un Estado al cual le faltan años luz para salir del atraso al que se encuentra condenado; en vista de que no es posible imaginar desarrollo en un país donde las instituciones jurídicas son prácticamente inexistentes o que en el mejor de los casos, son completamente inoperantes e incapaces de reaccionar ante el delito flagrante. Un pueblo en estas condiciones está condenado irreparablemente al fracaso, por lo cual no nos sorprende en lo absoluto nada de lo que está sucediendo, al tiempo en que le auguro a la comunidad internacional largos años de trabajo, así como gastos de recursos en una reconstrucción que se encuentra lejos de ser realidad y que necesita ser más moral que material.