El incendio de Duquesa

20 enero, 2016

Mientras Roma ardía, Nerón, sentado en la Colina Palatina, observaba el incendio mientras cantaba y tocaba la lira; para luego abrir sus palacios a los damnificados, como una señal de bondad de su emperador.

Los habitantes del Distrito Nacional y de la Provincia de Santo Domingo tenemos cerca de una semana arropados por una espesa neblina y / o un nauseabundo hedor, causado por el incendio en el negocio privado conocido como el Vertedero de Duquesa; mientras los ciudadanos inhalamos las partículas volátiles y el vaho producto del referido incendio, sin que las autoridades de salud, medio ambiente y / o municipales hayan tomado medidas sobre el particular o explicado a la población el impacto que tiene esta situación en la salud de las comunidades afectadas.

Este es un tema delicado; la quema de basura del Vertedero de Duquesa podría producir de forma inmediata afecciones tales como: irritaciones oculares y de la piel; dolores de cabeza; fatigas; mareos; problemas respiratorios y la debilidad inmunológica que serviría como caldo de cultivo para enfermedades producidas por las picaduras de mosquitos y otros insectos.

Los ácidos y otros químicos liberados en el proceso de incineración de la basura pueden producir constricción bronquial en los asmáticos y dificultad para respirar en aquellas personas afectadas de enfisemas; así como la disminución del oxígeno necesario para el funcionamiento adecuado de los pulmones y el corazón.

En síntesis, los daños a largo plazo que pudieran generarse por la inhalación de gases y partículas producidas en la incineración de basura, son una amenaza para la salud de los pulmones, el hígado, los riñones y la piel; con el consecuente impacto de las afecciones referidas en la educación y la producción y en general en la economía.

Ante el panorama propuesto vale preguntarnos sí los munícipes del Distrito Nacional y la Provincia de Santo Domingo no merecemos una explicación sobre la situación; así como el inicio inmediato de un plan de acción para evitar que esto vuelva a suceder; así como la evaluación de la población afectada, con miras a enfrentar proactivamente las consecuencias del reciente incendio, involucrando a los responsables. Es necesario que las autoridades tomen en consideración que los efectos perjudiciales del incendio del Vertedero de Duquesa se habrán de sentir mucho después de que se hayan apagado las llamas.

No esperemos que los efectos del incendio del Vertedero de Duquesa produzcan secuelas a largo plazo, mientras las autoridades del país cantan y tocan la lira de Nerón.